El planeta se está hundiendo en residuos.
De acuerdo al Banco Mundial, se estima que estos números no van a disminuir ya que se pronostica que al 2040 la cantidad de producción de residuos anuales incremente 70% debido al crecimiento urbano y en gran medida a la construcción e industria.
Gobiernos de distintos países a nivel mundial lo están notando y empiezan a ser conscientes de que el modelo económico lineal capitalista en el que actualmente vivimos (compro y desecho) ha traído como consecuencia una contaminación no sólo de los recursos naturales, sino también auditiva y visual con la cantidad de residuos producidos diariamente.
Justo aquí entra la economía circular que busca ser la intersección entre los aspectos ambientales, los recursos naturales, la economía y sociedad a largo plazo. Este modelo de consunción y producción tiene como objetivo obtener un crecimiento sostenible como especie y aprovechar de manera óptima los recursos naturales, en donde el viejo modelo de compro-desecho quede obsoleto para ser reemplazado por la optimización de recursos, la reducción en el consumo de materias primas y el aprovechamiento de los residuos, reciclando y reutilizandolos para así transformarlos en nuevos productos.
Tenemos entonces como resultado un modelo económico que busca alargar el ciclo de vida de los productos desde el diseño para así aprovechar al máximo los elementos y residuos desechados anteriormente expandiendo su utilidad y valor. Un ejemplo de aplicación de este modelo es con la tecnología: Vivimos en un constante "actualízate o muere" en el cual la vida útil de los dispositivos que compramos no es mayor a 5 años y renovamos nuestras computadoras y teléfonos móviles cada 2 años en promedio. Es fácil imaginar el cambio en la utilización de residuos si pudiéramos devolver a las empresas las piezas de nuestros artefactos obsoletos para poder utilizarlos en una siguiente línea de producción.
Para que la economía circular funcione de manera óptima debemos considerar varios principios:
El reciclaje: Se deben aprovechar los materiales que se encuentren en los residuos de los productos a desechar.
La reutilización: Debemos analizar y pensar a largo plazo. El cambio empieza desde el diseño ya que el propósito es reutilizar partes y residuos.
Reparación: Los productos muchas veces pueden tener una segunda vida en alternativas como el upcycling.
Funcionalidad sobre posesión: El apego a las cosas materiales juega un papel importante. Los productos deben pasar a ser servicios priorizando la funcionalidad sobre la posesión.
Políticas y leyes: Los gobiernos deben ser proactivos en la implementación de reglas, leyes y políticas así como flujos de materiales, energía y servicios. Todo esto para el bien común de nosotros como especie y los ecosistemas con los que nos relacionamos.
Oportunidades de la Economía circular:
No se sabe a ciencia cierta cuándo o quiénes fueron los inventores de este término, pero a mediados de 1970, académicos, líderes de opinión y empresas llevaron su aplicación práctica a sistemas económicos modernos y a procesos industriales. Con base a los resultados obtenidos por estos pioneros se descubrió que se tienen muchas oportunidades y ventajas al utilizar este modelo económico, por ejemplo:
- Reducir la presión en el medio ambiente: Aceptémoslo, sea o no sea nuestra culpa es deber de todos aligerar la carga al planeta. Nos ha dado mucho más de lo que necesitamos y hemos utilizado sus recursos como hemos querido. Es hora de regresar el favor.
- Innovación: ¡Que empiece la creatividad! Es muy prometedora la idea de impulsar la innovación y creatividad dentro de un modelo que su único propósito es preservar los recursos naturales
- Incremento de competitividad: La implementación de este nuevo modelo trae muchas oportunidades de ahorros, desde compra y venta de materias primas hasta ahorro de energía.
- Crecimiento y empleos: Nuevas costumbres y cambios en los procesos lineales traen como consecuencia un sin fin de oportunidades de crecimiento para las empresas que se adapten al modelo circular.
Las ventajas son numerosas. La presión se debe ejercer a las corporaciones multinacionales que más contaminan y a los gobiernos para que existan represalias al lastimar el planeta. Propongamos alternativas como la economía circular a este mundo consumista.
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